Como en el resto de los países africanos, en las zonas rurales, las niñas son en Malí grandes trabajadoras que sacan adelante a sus familias. Cada día se encargan de hacer todas las tareas; acarrear leña, transportar agua, moler el grano, cocinar, lavar… Muchas abandonan la escuela para ayudar a sus familias. Sin apenas formación no pueden conseguir un trabajo digno, por lo que acaban siendo madres adolescentes con escasas esperanzas en el futuro.
En la ciudad, la mujer poco a poco se va modernizando y gracias a la formación que ha ido recibiendo, se va incorporando al mundo del trabajo. La mentalidad va cambiando y en la actualidad la figura de la mujer surge con mucha fuerza. Las asociaciones femeninas aumentan y funcionan de forma efectiva.
A pesar de esos logros alentadores, todavía hay mucho por hacer en materia de igualdad en educación, empleo, derecho a la propiedad, mortalidad materna o VIH/SIDA.
Desde Amigos De Malí creemos que es en la educación donde recae la fuerza del cambio. Por tanto nuestros esfuerzos van encaminados a:
- Becar a alumnas de secundaria en diferentes centros de formación profesional.
- Financiar cursos de postgrado en la Escuela de Enfermeras de Ségou.
- Facilitar el acceso a cursos de alfabetización a mujeres adultas.
- Desarrollar cursos de labores de hogar y talleres de corte y confección para chicas y mujeres adultas.
- Fomentar charlas de Educación para la Salud y sexualidad a chicas y mujeres de las comunidades rurales.
De esta manera nuestros proyectos relacionados con la educación, inciden claramente en los Objetivos del Milenio 3, 5 y 6.

